Los bosques de niebla son ecosistemas estratégicos que cumplen un papel fundamental en la conservación del agua y la biodiversidad. En Facatativá contamos con tres de estos bosques, ubicados en la vereda Pueblo Viejo, el Cerro Mansilla y el Alto del Vino, que suman alrededor de 2.500 hectáreas. También destacan zonas como Las Mangueras – Pueblo Viejo y el Cerro Manjui, reconocidas por su riqueza ambiental y su importancia dentro de los ecosistemas de Cundinamarca
Estos ecosistemas albergan una gran riqueza de flora y fauna, incluyendo un alto porcentaje de especies endémicas, amenazadas o vulnerables. Entre la vegetación se encuentran árboles, arbustos, hierbas y epífitas plantas que crecen sobre otras, mientras que en su fauna habitan aves, mariposas, anfibios y mamíferos como el conejo silvestre y el perezoso. La combinación de estas especies convierte a los bosques de niebla en verdaderos refugios de vida.
Los bosques de niebla cumplen funciones esenciales como la regulación climática y la participación en el ciclo hídrico, contribuyendo a la recarga de acuíferos y al mantenimiento de fuentes de agua que abastecen subregiones como el Tequendama y el Gualivá. Sin embargo, enfrentan amenazas crecientes debido a la deforestación, la expansión urbana y otras actividades humanas, lo que resalta la urgencia de fortalecer su protección y conservación.
