En el Parque Arqueológico de Facatativá se encuentran cinco tunjos tallados en piedra, que representan la riqueza cultural de los antiguos muiscas. Dos de ellos están ubicados en la parte baja del parque y tres en la parte alta, integrándose al paisaje como referentes de la tradición ancestral.
Estas piezas son réplicas donadas por la Gobernación de Cundinamarca, inspiradas en hallazgos originales encontrados en Suesca, Cundinamarca. Los tunjos evocan la cosmovisión de la cultura muisca y cumplen una función simbólica similar a las esculturas que reposan en el Parque Arqueológico de San Agustín, en el Huila, reconocidas como patrimonio cultural de la humanidad.
Más allá de su valor estético, los tunjos son una invitación a reconocer y preservar la memoria de los pueblos originarios de la sabana, transmitiendo la fuerza de una cultura que dejó huellas indelebles en el territorio.